
Unas cifras provocadas -en parte- por la llegada de Samuel Dalembert, la apuesta inicial por Carl Landry y, sobre todo, por la irrupción de DeMarcus Cousins. Ante esto, JT firmó los peores números de su aún corta carrera.
No parecían mucho mejores las expectativas para este curso -su último con contrato garantizado- con la llegada de Chuck Hayes y JJ Hickson, y por los minutos que pudiera robarle el sobrepagado Travis Outlaw. Era, sín duda, la mayor competencia interior que había en Sacramento desde tiempos de Chris Webber y Vlade Divac.
Un buen rendimiento en ataque gracias a los cortes por la zona aprovechando el hueco generado por Cousins, habilidad para aprovechar todos los rebotes, y sobre todo, gracias a la mejor gestión de sus lanzamientos. En sus primeros tres cursos, era común ver a Thompson tirar desde cuatro o cinco metros sin dudarlo, ahora no. Mejor selección de tiro, mejores porcentajes, mejor números.
Por si fuera poco, JT ha mejorado notablemente sus prestaciones reboteadoras sumando cinco dobles-dobles consecutivos donde ha promediado 17'6 puntos, 13'6 rebotes y 3 asistencias por partido.
Por eso, no han tardado en surgir las noticias en torno a su renovación en verano, algo a lo que JT no le preocupa: "Ojala jugara aquí toda mi carrera, pero no puedes planear tu futuro...".