miércoles, 24 de noviembre de 2010

Cuestión de supervivencia

El verano apura sus últimos días y Luther Head sigue sin equipo. Su temporada terminó hace muchos meses, demasiados, y desde entonces no ha vuelto a ponerse ninguna camiseta. El otrora prometedor sophomore de Houston Rockets, sospecha que su salida de la NBA está cercana. No hay oportunidades.

Septiembre acaba de comenzar, cuando Head recibe una llamada. "Vente a Sacramento. Queremos probarte en el training camp".

Conocedor de la liga, Head prepara las maletas y pone rumbo a California, en busca de su cuarta ciudad NBA en lo que va de carrera. Ese mismo día, los Kings firman a JR Giddens, y junto a él y otros cuantos jugadores, pelean por un último puesto en el roster final. Head firma varios partidos buenos en pretemporada y consigue el tan ansiado contrato.

Apenas un mes y medio después, debuta con la franquicia californiana. Sale desde el banquillo y aprovecha perfectamente sus 20 minutos: 14 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias. Ha sido una buena noche en el tiro -4/6- y Sacramento gana. Excelente debut.

Pero cuando estaba entrando en la rotación, el fallecimiento de su abuela lo saca de la misma. Head viaja a Chicago al entierro, se pierde el partido contra Memphis Grizzlies que Sacramento pierde, y en los dos siguientes partidos apenas suma 6 minutos entre ambos, sin anotar en ninguno de los dos.

La vuelta de Tyreke Evans tampoco ayuda a Head a conseguir minutos.

Sorprendentemente, cinco días después de haber jugado 3 minutos contra Phoenix Suns, Paul Westphal le dice que va a ser titular contra los Knicks. Su misión, aprovechar los tiros que tenga, y ahogar al base rival. Head lo consigue. Deja a Raymond Felton en 8/15, a Devin Harris en 3/12, a Chris Paul en 2/12, y a Deron Williams en 4/14. Total, un 32% en tiros para los bases rivales.
Pero no sólo en defensa es capaz de ayudar al equipo. Siendo titular durante esos cuatro partidos, se va a 10 puntos y 5 rebotes por noche, y un 60% en tiros de campo, y un asombroso 67% en triples.

La situación del equipo es bastante mejorable, pero su situación personal parece haber llegado a un buen punto. Señalado como stopper del equipo, Head tiene ante sí, una buena oportunidad de mostrar su mejor nivel, aquel que dejó olvidado en Houston. Ni siquiera llega al millón de dólares.

Cuestión de supervivencia, renovarse o morir.