martes, 6 de enero de 2009

El Extraño Elemento Podria Volver...

Cuando hace 16 años, los Rockets elegían en el Draft a un joven espigado y fibroso procedente de la Universidad de Alabama, nadie pensaba que ese mismo joven, después de una década y media, fuera uno de los únicos jugadores que tuviera un anillo con tres equipos diferentes. Y no solo eso, sino que, de confirmarse los rumores que lo visten con la verde de los Celtics, Horry tendría la ultimo oportunidad de su carrera para convertirse en el único jugador de la historia que habría ganado un anillo con cuatro equipos diferentes.

Tan solo John Salley (Bulls, Pistons, Lakers) ha sido capaz de igualar lo que, ahora mismo, Robert Horry tiene (Spurs, Rockets, Lakers). Y es que el extraño elemento, como solía llamarle Montes, es uno de los hombres mas afortunados de la historia de la NBA.

Sin haber sido nunca un gran jugador (12-6-4 su mejor temporada), Horry ha tenido durante su carrera, la cualidad de saber estar en el sitio adecuado, en el momento oportuno. Siendo rookie ya aprovecho la retirada de Jordan para llevarse dos anillos con los Rockets de Olajuwon o Kenny Smith.

Su fichaje por Lakers fue el punto clave en su carrera. Siendo un jugador a la sombra; como toda su carrera; al lado de Fisher, Bryant y Shaq, Horry se convirtió en héroe al anotar aquel maldito triple, sí muy maldito. A esas alturas, el doble de Will Smith cubría de anillos una de sus manos.

Cuando parecía destinado a desaparecer de la liga en no mucho tiempo, encontró en San Antonio, a la sombra (una vez más) de Duncan y Parker. Dos anillos mas y de nuevo el traje de héroe sobre su espalda. El in-your-face sobre Richard Hamilton, y el triple que prácticamente evito el back-to-back de los Pistons, fue todo lo que hizo Horry en esos PlayOffs de 2005.

Ahora, cuando su carrera parecía haber terminado, Robert Horry puede tener otra oportunidad de continuar haciendo historia. Si finalmente los Celtics lo unen a su causa, Horry habrá batido uno de los records mas imposibles de la historia. Y todo ello, desde la sombra.