sábado, 21 de febrero de 2015

Sacramento Kings y el tanking

Gracias a un ridículo e innecesario trade que llevó a JJ Hickson a Sacramento, los Kings han estado pendientes más de lo normal de su primera ronda del draft. Este año, el buen inicio a las órdenes de Mike Malone hacía pensar en que la posibilidad de perderla era real. Para ello, los Kings debían ser uno de los 20 mejores equipos de la liga.

Hace unos días el nuevo entrenador, George Karl, decía que la franquicia podía ganar 15 de los 30 partidos que le restan a su temporada. En ese caso, los Kings acabarían con un récord de 33 victorias y 49 derrotas. ¿Suficientes para mantener, como máximo, uno de los diez peores records de la liga? Veamos los antecedentes.

En los últimos nueve años, el décimo peor equipo de la liga siempre ha ganado entre 32 y 35 partidos. Indiana Pacers en 2010 y Minnesota Timberwolves en 2012 (extrapolado puesto que hubo lockout) obtuvieron 32 triunfos, mientras que Milwaukee Bucks en 2011 y Seattle SuperSonics en 2006 consiguieron 35. Por tanto, los Kings cumplirían con la máxima de no llegar a las 35 victorias, pero si superar las 32.

De hecho, sería interesante no ser décimo ya que la lotería del draft suele relegar al décimo peor equipo al pick número 11, con lo que cual, los Kings se quedarían sin elección igualmente. 

Aunque el calendario no sea complicado del todo, parece poco probable que un equipo que ha ganado 18 partidos de 52, vaya a ganar ahora 17 de 30, pero los finales de temporada en la NBA siempre son peculiares. Lo que es cierto es que sería ridículo que los Kings perdieran una ronda Top 10 prácticamente asegurada por ganar algunos partidos en una temporada ya perdida. El amplio salario disponible para el verano sumado a un buen jugador de este draft podría dar a la franquicia un éxito importante a corto plazo.

El contador ya ha empezado a trabajar. Anoche, 1-0.