domingo, 20 de junio de 2010

Gracias Spencer...

Era un joven muy largo, delgado y con pinta de adolescente, pero su talento era tan grande, que Sacramento Kings lo elegía en el puesto número 10 del draft de 2007. Su nombre, Spencer Hawes.

Casi tres años después de llegar a la NBA, Hawes vivió su primer traspaso algo que puede afectar, especialmente a un tipo de 22 años. Hawes se marcha a Philadelphia 76ers, donde cumplirá su último año de contrato.

Durante tres temporadas, el de Seattle, ha sido la gran esperanza interior de unos Kings a la deriva. Su primer año se lo pasó en el fondo del banquillo jugando 13 minutos por partido a la sombra de un Brad Miller, que parecía diseñado para ser su maestro. 4'7 puntos y 3'6 rebotes fueron su bagaje.

El inicio de su temporada sophomore parecía muy esperanzador, pero Hawes tardó en encontrar su sitio y sus minutos, en una temporada marcada por el cambio de técnico; Reggie Theus dejó el puesto a Kenny Natt; y la incompetencia del segundo. Aún así, el trade de Miller a Chicago Bulls, permitió ver muchos minutos en pista, y crecer el optimismo junto a JT. "Spencer y JT me recuerdan a Webber y Divac", decía Pete Carril.

Su estadística: 11'4 puntos, 7'1 rebotes y 1'9 asistencias, y la sensación de poder ir a mas.

Así se presentaba la temporada 09-10, un curso en el que Hawes debía confirmar lo realizado y mejor sus prestaciones. Pero no fue del todo así. La irregularidad, factor clave en la carrera NBA de Spencer, aparecía día tras día, y el #31 entraba en una espiral de la que no parecía poder salir. Tanto es así, que sus números bajaron (10 puntos, 6'1 rebotes, 2'2 asistencias), y la paciencia se terminó.

"Estoy muy agradecido por el tiempo pasado aquí", decía Spencer Hawes, "esto me ha ayudado muchísimo".