Apenas hace 48 horas desde la entrada del nuevo cuando los jugadores de Sacramento Kings se montan en el avión que les llevará hasta Memphis para enfrentarse a los Grizzlies.

Pasan los minutos y termina el primer cuarto. Las sensaciones no son buenas y el marcador señala un peligroso 17-31 a favor de los locales. En uno de los vistazos al banquillo en busca de soluciones, Westphal encuentra su mirada con la de García.
-"Francisco, dentro"
El alero se quita el chándal y salta a la cancha para el inicio del segundo acto. Cinco partidos, 20 cuartos y 210 minutos para que el dominicano pudiera comenzar a hacer su trabajo. Un tiempo en el que el dominicano no se ha vestido de corto y no se ha sentido jugador tras haber sido titular 34 veces el pasado curso.
Su primera acción es un triple que no entra y después firma dos acciones defensivas inéditas en la temporada de los Kings. García es así. Corazón, garra y entrega asegurada en un equipo carente de ello y acomodado.
Cuatro partidos después, y ya sin Westphal en el banquillo, García está sumando los números más bajos de su carrera -de siete años- en la NBA. 2'3 puntos, 1'8 rebotes y un pírrico 25% en triples para el tipo más veterano del grupo.