lunes, 7 de diciembre de 2009

El Espíritu Revive...


Después de firmar la peor temporada de la historia de la franquicia, Sacramento Kings se preparaban para otra temporada muy larga.

A pesar de los refuerzos en forma de rookies como Jon Brockman, Omri Casspi y sobre todo Tyreke Evans, la llegada de Sergio Rodríguez, y los fichajes de Ime Udoka y Sean May vía agencia libre, daban pocas esperanzas de mejora inmediata. Un mes después, las caras son totalmente diferentes a las de comienzos de noviembre, pero sobre todo, diferentes a las del año pasado.

La baja de Francisco García daba al traste con uno de los jugadores mas intensos del equipo, y que al mismo tiempo cuenta con el amor del ARCO Arena y el respeto de todos los compañeros. Pero las malas noticias también salpicaban -un año más- a Kevin Martin. Peor no se podía empezar.

Pero justo cuando la montaña rusa se aproximaba a una caída casi sin retorno, el fantasma que habita en el Arena despertó. Junto a él, los espectros de Chris Webber, Mitch Richmond y Vlade Divac desde el techo del pabellón se unieron a la causa: salvar a estos 'Young Kings'.

Sin prisa pero sin pausa, Tyreke Evans se echó el equipo a la espalda, encontrando en Beno Udrih el perfecto compañero de aventuras. A su lado, dos caballeros de la corte dieron hicieron caso a Ricky Martin y dieron un pasito adelante. No eran otros que Jason Thompson y Andrés Nocioni.

A ellos se les unió el joven hidalgo de raíces alemanas llamado Donte Greene, que se trajo de la mano a uno de los miembros mas creativos de la armada española: Sergio Rodriguez. Spencer Hawes, el jefe de la unidad blanca, dio la bienvenida a dos pupilos avanzados: Omri Casspi y Jon Brockman, dos hombres siempre dispuestos a empuñar las espadas.

Y para rematar, solo faltaban hombres experimentados. Caballeros que supieran lo que es batallar en los mas profundo de la pelea y que dieran consistencia al joven grupo. Par ello, Paul Westphal convenció a Kenny Thomas para que volviera a ponerse el mono de trabajo, mientras que Sean May e Ime Udoka serían sus ayudantes, siempre en la sombra, pero de vital importancia.

Así, ocho meses después de haber caido en lo más profundo de la tierra que domina David Stern, los Kings vuelven a dar guerra, tal y como solo ellos saben. 30 días en los que Sacramento ha vuelto a disfrutar con sus reyes, demostrando que esta ciudad quiere a su equipo.