domingo, 1 de noviembre de 2009

Homenaje A Bobby Jackson...

''Nunca es tarde si la dicha es buena'', eso al menos dice uno de los cientos de refranes castellanos que tenemos. En el caso de Bobby Jackson, es una verdad tan grande como el legado que dejó en Sacramento.

Allá por 1973, la familia Jackson recibía a dos pequeños bebés gemelos, Barbara Ann y Bobby. El caso de Bobby no fue el del típico niño que se acostumbra a un balón desde pequeño, sino que tuvo que esperar mucho tiempo para enamorarse de este juego. Era su segundo curso de instituto y Bobby decidió probar...y le gustó.

Le cogió cariño a la pelota naranja y tanto fue su amor hacia el balón que no se pensó ni un momento el ir a la universidad. La humilde Universidad de Minnesota recogió al que sería uno de los sextos hombres por excelencia en la NBA. Y el día del Draft allí estaba Bobby, con 23 años, dos temporadas en el College y elegido en el puesto 23 por Seattle SuperSonics....pero inmediatamente traspasado.

Su nuevo destino iba a ser Denver, donde pasó su temporada rookie. Su segundo traspaso le llevó a un terreno conocido: Minnesota. A pesar de ser todo un ídolo local, la presencia de Bobby en el equipo fue escasa. Los buenos detalles que había dejado en tu temporada rookie parecían evaporarse, hasta que Sacramento se cruzó en su vida.

El 1 de agosto del año 2000, Bobby firmaba con los Kings. El proceso de reconstrucción de la franquicia californiana lo reclamaba para ser uno de los pilares desde el banquillo. Durante cuatro de las cinco temporadas que jugó en el ARCO Arena, Jackson superó la decena de puntos por partido, consiguiendo su merecido reconocimiento.

Fue la temporada 2002-2003 cuando Jackson escribió su nombre en la historia de la liga: Mejor Sexto Hombre, primero -y último- en la historia de la franquicia. Pero los años dorados de Sacramento terminaron el día que Chris Webber hizo las maletas. Para Bobby, el 2 de agosto fue su último día en la ciudad.

Tal era el buen rollo en el vestuario de aquellos Kings, que cuando su madre, Sarah, falleció, sus compañeros salieron a la pista con una camiseta en memoria de la mujer fallecida. Sabían que la NBA los multaria, pero daba igual, Bobby bien lo merecía.

A partir de ahí, una buena temporada en los Grizzlies de Pau Gasol, paso por New Orleans, Houston y vuelta a Sacramento para retirarse. Bobby pasara a formar parte del staff de los Kings, en funciones de embajador de la franquicia.

Muy afectado por la madre después de haber intentado superar un cáncer, Jackson puso en marcha su lado más humano. En 2004, creo la Fundación Bobby Jackson, dedicada a la investigación y a la prevención del cáncer de mama.

Cuando el Katrina asoló New Orleans, Bobby estaba allí, y volvió a implicarse, echando una mano y ayudando a varias familias. Participa en una asociación que da ayuda a los orfanatos de Kenia, ayuda a la comunidad de Sacramento con lecturas a niños, implicándoles en la importancia de estudiar, cada verano celebra un campus de baloncesto en su North Caroline...

Por todas esas cosas, se retira un gran jugador y una gran persona. El tipo que trabajaba de socorrista en el instituto, se convirtió en la figura de Bobby Jackson que desde aquí homenajeamos.

Gracias por todo Bobby!