De'Aaron Fox cumplió la pasada madrugada su partido número 500 con los Sacramento Kings, algo que solo han conseguido otros once jugadores en toda la historia de la franquicia. El base alcanza esta mágica en el momento que más dudas genera entre los aficionados.
12º en partidos y en minutos jugados, 5º en triples anotados 8º en tiros libres convertidos, 4º en asistencias, 3º en robos...está claro que Fox ya es parte de la historia de los Kings. El base es uno de los únicos doce nombres que han vestido la camiseta morada al menos 500 veces, el resto son:
- Sam Lacey
- Jack Twyman
- Oscar Robertson
- Adrian Smith
- Wayne Embry
- Bobby Wanzer
- Scott Wedman
- Jason Thompson
- Peja Stojakovic
- Mitch Richmond
- LaSalle Thompson
Desde que los Kings draftearan a Fox en el verano de 2017, la carrera del base solo ha ido a mejor. Cada año, con la excepción del curso 2021-2022, los números de Fox han ido creciendo: ha sido All-Star, ha entrado en uno de los quintetos de la NBA, etc.
Pero el rumbo que ha tomado la franquicia en las últimas semanas ha puesto a Fox en el punto de mira de la mayoría de los fans, con la eterna acusación: su papel como líder del equipo.
Y es que Fox puede ser el máximo anotador del equipo, pero ya hemos visto miles de veces como eso no significa que sea el líder del vestuario, la voz a la que todos los compañeros siguen...y todo eso preocupa aún más si tenemos en cuenta que en el verano de 2026 finaliza contrato.
Los fans se preguntan si Fox merece el máximo contrato al que aspira y la respuesta probablemente sea no. Sus números lo abalan, pero las sensaciones dicen cosas que las estadísticas ocultan. Fox es uno de los mejores jugadores de la Liga.
Aún quedan casi dos meses para el cierre del mercado de traspasos pero el nombre de Fox suena más que nunca. Lo más probable es que no salga traspasado, pero las opciones son más reales que nunca.
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