Desde su llegada a la NBA, las críticas más feroces hacia Rudy Gay se han desarrollado en torno a su falta de compromiso, escasa inteligencia en la pista o egoísmo. Pero desde su llegada a Sacramento Kings y a su madurez deportiva, el juego del alero de Maryland ha cambiado. Para bien.
Prácticamente recién llegado a la concentración, Gay se vistió la camiseta de la selección con un peso enorme a la espalda: hacer olvidar a Kevin Durant y a Paul George. De una tacada. Pero a pesar de ser el último en llegar, Gay no es precisamente nuevo en el grupo.
Es junto a Derrick Rose y Stephen Curry el único jugador convocado que sabe lo que es ganar un Mundial, y junto a James Harden y Anthony Davis -más Rose y Curry- que ha disputado un torneo internacional absoluto.
Por ello no es de extrañar que el cuerpo técnico haya apostado por el jugador desde el primer día. En la última práctica, EEUU formó precisamente con los cinco jugadores que ya han estado en un torneo internacional: Curry, Rose, Harden, Gay y Davis. Gay salió como suplente en el partido que EEUU disputó contra Brasil el pasado sábado.
"Ojalá pudiera jugar como un MVP", decía Gay en declaraciones recogidas por Usab.com. "Pero eso no es lo que soy en este momento. Soy un jugador que juega duro y puede contribuir. No tengo que liderar al equipo y no sería inteligente para mi hacerlo. Tengo que jugar mi estilo de baloncesto".
Gay, que promedió 7 puntos y 2'9 rebotes en el torneo de hace cuatro años, ha causado una grata impresión al cuerpo técnico americano, aunque desconoce quién será titular y quién no.
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