Entonces, jugadores como De'Aaron Fox estaban dando sus primeros pasos en la liga, y el equipo no tenía aún el núcleo que hoy conocemos. Era la época de la frustración constante.
Lo que hace que este inicio de temporada sea particularmente doloroso es el contexto. En 2017, las expectativas eran bajas; se esperaba un equipo en desarrollo, sin embargo, el roster actual dirigido por Doug Christie no está hecho para ello.
El equipo ha mostrado vulnerabilidades defensivas que recuerdan a las peores versiones de los Kings. A pesar de los esfuerzos por mejorar en ese lado de la cancha, las transiciones rápidas y los fallos en la protección del aro están siendo constantes. Cuando el tiro de tres no entra, el equipo se estanca.
Este inicio de temporada es una prueba de carácter para los Sacramento Kings. Deberán demostrar que son un equipo que puede jugar los playoffs en vez de verlos por televisión. La afición espera que este flashback a 2017-2018 sea solo un mal recuerdo pasajero.
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