Los Sacramento Kings terminaron el pasado mes de marzo con un balance de 4 victorias en 16 partidos. Este porcentaje -del 25%- de triunfos es la cifra más baja de la franquicia desde abril de 2014, hace 35 meses.
En los últimos 15 meses de competición -no naturales- la franquicia californiana había sumado al menos el 30% de victorias respecto al número total de partidos disputados. Desde enero de 2015 no bajaba de esa marca, hasta este mes de marzo.
Con la salida de DeMarcus Cousins y las rotaciones de Dave Joerger, los Kings apenas han podido ganar un cuarto de sus partidos. Esta cifra podía haber aún peor si no hubieran encadenados dos triunfos que, a priori, iban a ser derrotas: el partido ante los vecinos de Los Ángeles Clippers y el duelo contra Memphis Grizzlies.
De no haber conseguido esas dos victorias, los Kings hubieran registrando un balance, en marzo, de 2-12 y hubiera sido el peor registro de la franquicia desde abril de 2013. Entonces, los Kings sólo ganaron uno de los ocho partidos que disputaron.
Sin embargo, estas malas cifras no son únicamente del mes de marzo. Desde la celebración del All-Star Game -y traspaso de Cousins-, los Kings suman un récord de 6-14 (30%). De terminar en esta línea la temporada, esta cifra sería la peor del equipo desde la temporada 2009-2010. Entonces, el conjunto californiano consiguió 7 victorias en los 30 partidos que jugó después del ASG, lo que supuso un porcentaje de triunfos del 23'3%.
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