Es complicado pedir a los aficionados de una franquicia que lleva ocho años sin ganar más de 29 partidos que tengan paciencia. Mucho menos en la que posiblemente sea la temporada más ilusionante en años.
Por eso, que los Sacramento Kings hayan comenzado la temporada con un balance de 1-4 quizás no sea lo más positivo. Hasta anoche, las derrotas ante Los Ángeles Clippers (x2) y Memphis Grizzlies entraban dentro de lo previsto. Igual que ganar a Los Ángeles Lakers. Pero caer en Phoenix ante los Suns y de la manera en la que el equipo lo hizo, no es precisamente halagüeño.
Pero la realidad es que los aficionados de los Kings deben estar preparados para terminar noviembre y ver que su equipo tiene un récord muy negativo. ¿Por qué? Sólo seis de los 19 partidos (31'5%) que la franquicia jugará antes de diciembre son ante equipos que el año pasado no jugaron playoff.
Además, por si fuera poco, los Kings reciben esta semana a Houston Rockets y Golden State Warriors, aunque el lado positivo es que la próxima semana tendrán otros cuatro partidos como locales quizás más accesibles a pesar de recibir a San Antonio Spurs o Toronto Raptors.
La realidad es que los aficionados de los Kings tienen que ser capaces de pensar más allá de noviembre. Seguramente cuando la franquicia cierre el mes recibiendo a Dallas Mavericks el récord sea negativo. Pero también hay que pensar que diciembre es más ligero, con cinco de los 12 equipos sin postemporada el curso pasado (41'6%).
Si algo no sobra en Sacramento es paciencia, pero mantengamos al menos unos meses más la ilusión que había hace escasamente quince días.
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